Las víctimas del cartel de Medellín exigen justicia tras la liberación y deportación de Fabio Ochoa, uno de sus antiguos líderes, quien cumplió más de 20 años de prisión en Estados Unidos por narcotráfico.

Ochoa, de 67 años, regresó a Colombia el lunes, donde quedó en libertad tras verificarse que no tenía cargos pendientes en el país. Su liberación ha generado indignación entre las víctimas del cartel, responsable de aproximadamente 10,000 asesinatos durante los años 80 y 90.

Carlos Fernando Galán, actual alcalde de Bogotá e hijo del asesinado candidato presidencial Luis Carlos Galán, calificó como "inaceptable" que Ochoa no enfrente cargos en Colombia. Su hermano, Juan Manuel Galán, exigió conocer la verdad sobre la responsabilidad de Ochoa en asesinatos, secuestros y atentados terroristas.

Gonzalo Enrique Rojas, quien perdió a su padre en un atentado aéreo del cartel que dejó 107 víctimas en 1989, lidera ahora una fundación para víctimas del conflicto. Rojas enfatiza que más importante que el tiempo en prisión es conocer la verdad y obtener justicia.

Las víctimas esperan que Ochoa colabore con las investigaciones en curso sobre uno de los períodos más violentos en la historia de Colombia, cuando el cartel de Medellín emprendió una guerra contra el Estado, asesinando policías, políticos, jueces, periodistas y civiles.

Ochoa, quien fue extraditado a Estados Unidos en 2001, niega su participación en los asesinatos del cartel y asegura haber sido incriminado injustamente en el caso de narcotráfico por el que cumplió sentencia.

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