Canadá está cambiando drásticamente sus políticas migratorias bajo el liderazgo de Justin Trudeau, marcando un giro significativo respecto a su anterior postura de brazos abiertos.

El ministro de Inmigración, Marc Miller, declaró recientemente que "no todos son bienvenidos aquí", reflejando un cambio radical en la política migratoria canadiense. Este giro contrasta notablemente con la postura de 2017, cuando Trudeau daba la bienvenida a refugiados que huían de la persecución y la guerra.

Las nuevas medidas incluyen:

• Renegociación del 'acuerdo del tercer país seguro' con EE.UU., eliminando la posibilidad de solicitar asilo en pasos fronterizos irregulares
• Reducción del 27% en el número de inmigrantes durante los próximos tres años
• Salida forzosa de aproximadamente 1,2 millones de residentes temporales para 2025
• Mayores restricciones para solicitantes de asilo

Organizaciones como el FCJ Refugee Centre expresan preocupación por estas políticas restrictivas, advirtiendo sobre los riesgos de cruces fronterizos irregulares en condiciones peligrosas, especialmente durante el invierno canadiense.

Este cambio en la política migratoria responde a la presión política interna y el descenso en las encuestas, mientras el líder conservador Pierre Poilievre mantiene una ventaja de hasta 20 puntos sobre Trudeau.

La situación podría complicarse aún más con la posible victoria de Donald Trump en 2024, cuyo potencial "zar fronterizo", Tom Homan, ya anticipa "difíciles conversaciones" con Canadá sobre seguridad fronteriza.

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