Steve Kerr, entrenador de Golden State, calificó como "inconcebible" una polémica falta señalada en los últimos segundos que resultó en la derrota de los Warriors ante los Houston Rockets por 91-90 en la NBA Cup.

La controversia surgió cuando, con los Warriors arriba por un punto y 11 segundos en el reloj, Stephen Curry falló un triple. Gary Payton II tomó el rebote ofensivo pero perdió el balón, que fue interceptado por Jalen Green. En la disputa por el balón suelto, Jonathan Kuminga fue sancionado con una falta sobre Green, quien anotó los dos tiros libres decisivos.

"Ni siquiera un árbitro de escuela primaria hubiera marcado algo así", protestó Kerr, quien argumentó que debería haberse señalado un balón disputado entre dos jugadores o concedido el tiempo muerto solicitado por los Rockets.

Billy Kennedy, jefe de árbitros, justificó la decisión explicando que "el defensor hace contacto con el área del cuello y hombro, justificando que se marque una falta personal".

Kerr también criticó la inconsistencia en el arbitraje, señalando una falta clara no marcada sobre Curry momentos antes: "El juego fue una completa lucha libre. No marcaron nada. Steph Curry fue golpeado en el codo mientras saltaba para tirar, y sin falta. Entonces estableces que no vas a sancionar nada durante el juego, que es un juego físico, ¿y vas a marcar una falta por un balón suelto con el partido en riesgo?"

La derrota eliminó a los Warriors de la NBA Cup, mientras que los Rockets avanzaron a las semifinales del torneo.

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