Las órdenes de alejamiento son medidas judiciales diseñadas para proteger a mujeres víctimas de violencia, pero su efectividad genera debate entre expertos. Según datos de la Dirección Nacional contra la Violencia de Género, de 28,338 órdenes emitidas hasta septiembre de este año, el 84.7% han sido efectivas, mientras que un 15.2% no evitaron feminicidios.

La magistrada Ana Andrea Villa Camacho, directora nacional Contra La Violencia de Género, afirma que estas órdenes funcionan, pero señala la necesidad de:

• Mayor presupuesto protegido
• Centros especializados en salud mental
• Educación preventiva
• Tratamiento para agresores

Expertos en salud mental identifican riesgos potenciales:

• Pueden incrementar la agresividad del agresor
• La pérdida de control puede generar reacciones violentas
• No transforman patrones de control y dependencia emocional

Recomendaciones para mejorar su efectividad:

1. Fortalecer sistemas de monitoreo (geolocalización, brazaletes electrónicos)
2. Implementar programas obligatorios de rehabilitación
3. Desarrollar intervenciones psicológicas preventivas
4. Establecer apoyo psicológico para víctimas y agresores
5. Aumentar recursos para protección policial

Las órdenes de alejamiento son herramientas importantes pero requieren un enfoque integral que incluya prevención, tratamiento y seguimiento efectivo para garantizar la seguridad de las víctimas.

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