La monja brasileña Inah Canabarro Lucas, de 116 años, se ha convertido en la persona más longeva del mundo tras el fallecimiento de la japonesa Tomiko Itooka, según confirman el Grupo de Investigación Gerontológica de Estados Unidos (GRG) y LongeviQuest.

Nacida el 8 de junio de 1908 en San Francisco de Asís, al sur de Brasil, Canabarro Lucas reside actualmente en la sede de la Congregación de las hermanas teresianas en Porto Alegre. En 2018, cuando tenía aproximadamente 110 años, recibió la bendición apostólica del Papa Francisco.

Su predecesora, Tomiko Itooka, falleció el 29 de diciembre a los 116 años en una residencia de ancianos en Ashiya, Japón. Itooka, quien nació el 23 de mayo de 1908 en Osaka, fue jugadora de voleibol en su juventud y tuvo cuatro hijos y cinco nietos. Era conocida por su afición a los plátanos y al Calpis, una popular bebida japonesa fermentada.

El caso de estas supercentenarias refleja una tendencia significativa en Japón, donde actualmente hay más de 95.000 personas centenarias, siendo el 88% mujeres. Este fenómeno se enmarca en un contexto de crisis demográfica en el país asiático, donde más de un tercio de sus 124 millones de habitantes tiene 65 años o más.

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