
Miriam Germán llama a jueces a ejercer sus funciones con humildad y responsabilidad

Mecánico reparando motor de automóvil
Andrés Bautista ejemplifica la historia de éxito del inmigrante dominicano. Tras 23 años en Estados Unidos, ha construido una vida próspera como propietario de un taller mecánico en Reading, Pensilvania, donde emplea a varios compatriotas.
A sus 44 años, Bautista reflexiona sobre su travesía desde Puerto Plata. "Emigrar legalmente también tiene sus desafíos. La visa no garantiza el éxito, hay que trabajar duro y ser persistente", explica mientras supervisa las reparaciones en su taller.
"Muchos creen que tener visa es garantía de éxito, pero no es así. He visto personas con documentos que regresan frustradas y otras que, llegando en yola, prosperan con determinación", señala, destacando que el factor decisivo es la actitud y no la forma de llegada.
La clave de su éxito: comenzó como ayudante en talleres, aprendió el oficio, ahorró e invirtió en su propia empresa. Hoy genera empleo y contribuye a la economía local, demostrando que el camino del inmigrante, aunque difícil, puede llevar al éxito con dedicación y perseverancia.
"La diferencia la hace la mentalidad. Hay que venir preparado para trabajar duro, aprender el idioma y adaptarse a una nueva cultura", concluye Bautista, quien ahora ayuda a otros dominicanos a establecerse en Estados Unidos.
Related Articles

Víctor Fadul asume coordinación del proyecto presidencial de Francisco Javier García en el PLD
