Los Eagles de Filadelfia se han convertido sorpresivamente en el equipo favorito de muchos aficionados para el próximo Super Bowl, principalmente por su rol como rival de los Kansas City Chiefs.

A pesar de su base de fanáticos tradicionalmente controversial y un entrenador que genera división, los Eagles representan para muchos la última esperanza de evitar otro campeonato de los Chiefs.

El apoyo a Filadelfia trasciende las rivalidades tradicionales. Incluso aficionados de equipos rivales como los Giants, Dolphins y Patriots están respaldando a los Eagles, considerándolos "el menor de dos males".

Las razones del rechazo a los Chiefs incluyen:

• El cansancio por su dominio reciente (buscan su cuarto Super Bowl en 6 años)
• La percepción de favoritismo arbitral en decisiones polémicas
• El deseo de evitar que se acerquen al récord de Brady/Belichick
• La saturación mediática de figuras como Mahomes y Kelce
• Los celos por su éxito sostenido

Esta dinámica quedó evidenciada cuando un joven con la camiseta de Saquon Barkley (N°26) recibió cánticos de apoyo "¡Vamos, Birds!" de diversos aficionados en Orlando, días después de que los Eagles vencieran 55-23 a los Commanders en el campeonato de la Conferencia Nacional.

El sentimiento anti-Chiefs se ha intensificado tras polémicas arbitrales recientes, como los castigos cuestionables por rudeza al pasador contra Houston y una controversial colocación del balón en el juego contra Buffalo, que han generado críticas de analistas y medios deportivos.

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