Lia Thomas, ex nadadora transgénero de la Universidad de Pensilvania, vuelve a estar en el centro de la controversia después de que la administración Trump suspendiera aproximadamente 175 millones de dólares en fondos federales a Penn.

La medida se produce tras la orden ejecutiva del presidente Trump diseñada para prohibir a las atletas transgénero competir en deportes femeninos. Thomas había hecho historia en 2022 al convertirse en la primera atleta abiertamente transgénero en ganar un campeonato de la División I.

Impacto de la Orden Ejecutiva

La Universidad de Pensilvania se convierte en una de las primeras instituciones en enfrentar consecuencias financieras bajo esta nueva política. La orden permite a las agencias federales retener fondos si una entidad no cumple con la interpretación del Título IX, que define "sexo" como el género asignado al nacimiento.

Como respuesta, la NCAA modificó su política de participación, restringiendo la participación en deportes femeninos únicamente a atletas asignadas como mujeres al nacer.

Batalla Legal

Thomas buscó una audiencia ante World Aquatics para poder competir en carreras femeninas de élite a nivel mundial. Sin embargo, en junio, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) desestimó su solicitud para anular las reglas que prohíben a las mujeres transgénero que hayan superado la pubertad masculina competir en carreras femeninas.

World Aquatics estableció una categoría "abierta" para atletas transgénero y argumentó que Thomas no cumplía con los requisitos de elegibilidad al no ser miembro activo de USA Swimming ni estar inscrita en pruebas femeninas para competiciones internacionales.

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