La reforma policial: un pasado que persiste en el presente
La conducta policial sigue anclada en el pasado a pesar de la reforma
A pesar de los esfuerzos de reforma policial anunciados con tanto énfasis, los recientes casos de violencia y abuso demuestran que las viejas prácticas persisten en la institución del orden.
Los incidentes recientes son alarmantes: desde el tiroteo contra pastores indefensos en Villa Altagracia hasta el ataque a un vehículo con una conductora y cuatro niños. La lista de abusos continúa creciendo sin consecuencias claras para los responsables.
Casos preocupantes incluyen:
- Un joven padre de Herrera, detenido en una redada y devuelto sin vida 7 días después, con signos evidentes de tortura
- Un detenido en el cuartel de Haina, torturado con una bolsa plástica en la cabeza y liberado sin cargos
- Dos jóvenes en Los Guaricanos, heridos por jugar con una pistola de juguete y abandonados en un hospital
- Un joven detenido en una plaza comercial de Naco, posteriormente hallado muerto
- Una activista de derechos humanos en El Seibo, cuya vivienda fue allanada ilegalmente
Estos eventos demuestran que los cambios prometidos no se han materializado. El aumento salarial y los nuevos uniformes resultan insuficientes cuando la conducta institucional permanece inalterada. Se requiere una revisión profunda del proceso de reforma para transformar verdaderamente el comportamiento policial.
La mayoría de los dominicanos respalda una reforma policial genuina, pero hasta ahora, las viejas prácticas persisten y los casos de agentes involucrados en actividades delictivas continúan surgiendo. Es evidente que seguir el mismo patrón no producirá los cambios necesarios en la institución.
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