La almendra es el ingrediente protagonista de la repostería navideña, especialmente en los países mediterráneos. Este fruto seco, originario de Asia Central, fue difundido por Europa gracias a griegos y romanos, encontrando en la región mediterránea el clima ideal para su cultivo.

El almendro florece a finales del invierno, produciendo almendras protegidas por una cáscara aterciopelada. Existen dos variedades principales: las dulces, utilizadas en repostería y consumo directo, y las amargas. Actualmente, California lidera la producción mundial, seguida por Australia y países mediterráneos.

En la gastronomía navideña española, la almendra es fundamental para elaborar:

Turrón

• Duro (Alicante): elaborado con almendras enteras, miel, azúcar y clara de huevo
• Blando (Jijona): surge en el siglo XIX, con una textura más suave y cremosa
• Variedades modernas: chocolate, yema tostada, coco, nata con nueces y pistacho

Mazapán

• Ingredientes principales: almendras molidas (mínimo 50%) y azúcar
• Característico de Toledo, donde se elabora artesanalmente todo el año
• Se hornea brevemente a alta temperatura para conseguir una superficie tostada

Polvorones y Mantecados

• Origen: Convento de Santa Clara de Estepa (siglo XVI)
• Polvorón: harina, almendra, azúcar y manteca de cerdo
• Mantecados: similar al polvorón pero más compacto y con mayor cantidad de manteca

Otras especialidades

• Almendras rellenas: dulces con forma de almendra y relleno cremoso
• Peladillas: almendras peladas y tostadas cubiertas de azúcar

La tradición del turrón tiene orígenes árabes y se estableció firmemente en el Mediterráneo. En Italia, el turrón de Cremona es especialmente reconocido desde 1441, cuando se sirvió en una boda real con forma del campanario de la catedral local.

Estos dulces navideños, con la almendra como protagonista, se han convertido en símbolos tradicionales de las celebraciones festivas, representando momentos de encuentro y celebración familiar.

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