Joel Embiid, el Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA en 2023, atraviesa una temporada marcada por lesiones y desafíos mentales que han limitado significativamente su participación con los Philadelphia 76ers.

El pivot camerunés, seleccionado en la tercera posición del draft de 2014, ha enfrentado una serie de lesiones a lo largo de su carrera, incluyendo fracturas en los pies, dislocación de dedo, menisco roto, ligamento desgarrado en el pulgar, parálisis de Bell y, recientemente, un seno nasal fracturado que lo obliga a usar una máscara protectora de grafito de carbono.

La presencia de Embiid, con sus 2.13 metros de altura, es fundamental para las aspiraciones de título de los Sixers. Sin embargo, su limitada disponibilidad esta temporada ha afectado significativamente al equipo, que mantiene un modesto récord de 9-16.

El jugador de 30 años ha reconocido públicamente sus luchas con la salud mental, siguiendo el ejemplo de otros atletas de élite como Simone Biles, Naomi Osaka y Michael Phelps. "Es difícil no sentirte mal contigo mismo, especialmente cuando sabes quién eres y lo que puedes lograr", expresó Embiid, quien ha encontrado apoyo en la terapia y su familia.

A pesar de anotar 34 puntos en su última aparición contra Charlotte, Embiid continúa bajo un estricto manejo de carga de trabajo, descansando en juegos consecutivos. El jugador, quien firmó una extensión de contrato por $193 millones, mantiene una actitud positiva: "Mientras mejore cada día, eso será bueno".

La combinación esperada con Tyrese Maxey y Paul George apenas se ha materializado, jugando solo dos partidos completos juntos en la temporada, lo que plantea interrogantes sobre el potencial no realizado del equipo debido a las constantes ausencias de su estrella.

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