El papa Francisco denunció los desafíos que enfrentan los pescadores artesanales durante una audiencia en el Vaticano, destacando especialmente la competencia desleal de las grandes multinacionales y la burocracia asfixiante que afecta al sector.

En el marco del Día Mundial de la Pesca, celebrado el 21 de noviembre, el pontífice se reunió con pescadores italianos para abordar las dificultades que atraviesa este oficio tradicional. Francisco destacó el vínculo histórico entre la pesca y la Iglesia, recordando que San Pedro, su fundador, era pescador en Galilea.

Durante su intervención en el Aula Pablo VI, el Papa señaló los principales retos del sector pesquero:

• El difícil recambio generacional
• Los costes crecientes
• La burocracia excesiva
• La competencia desleal de las multinacionales

El pontífice elogió la unidad como característica fundamental de los pescadores, enfatizando que "al mar no se va solo" y que el éxito depende del trabajo en equipo. "La pesca se convierte en una escuela de vida", concluyó Francisco, destacando valores como la constancia, el esfuerzo y la solidaridad que caracterizan a esta profesión.

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