El Papa Francisco expresó su preocupación por los conflictos globales ante aproximadamente 7,000 personas reunidas en la plaza de Austerlitz en Ajaccio, Córcega.

Durante la misa, el Pontífice lamentó la existencia de "miseria, guerras, corrupción y violencia" que afligen a las naciones, contrastándolas con la "esperanza segura" que ofrece la fe en Dios. Francisco enfatizó que frente a "las devastaciones que oprimen a los pueblos" existe la certeza de que "el Señor viene a habitar entre nosotros".

En su homilía, el Papa abordó la necesidad de renovación constante en la Iglesia, advirtiendo que quienes se consideran justos "no se renuevan". También criticó el consumismo actual y sus efectos negativos en la sociedad, señalando que "quien vive para sí mismo nunca será feliz".

La visita de doce horas a Córcega, la primera realizada por un Pontífice a la isla, incluyó su participación en una conferencia sobre 'Religiosidad popular en el Mediterráneo'. Durante el vuelo, Francisco recibió una significativa escultura de un ángel de la parroquia de Picanya, Valencia, en memoria de las víctimas de las recientes inundaciones en España.

Esta visita marca la tercera presencia del Papa en Francia durante su papado, tras sus anteriores visitas a Estrasburgo en 2014 y Marsella en 2023. El Pontífice aprovechó la ocasión para defender el valor de la religiosidad popular y exhortar a las cofradías a mantener su compromiso con los más vulnerables.

Related Articles

Previous Articles