El dictador Ortega modifica la Constitución de Nicaragua para dar más poder a Rosario Murillo
Pareja levanta puños en celebración
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha implementado diez reformas constitucionales significativas en Nicaragua, consolidando su poder y control sobre el país.
Las principales modificaciones incluyen:
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Eliminación del límite de reelección presidencial, permitiendo a Ortega mantenerse en el poder indefinidamente.
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Otorgamiento de poderes extraordinarios a la vicepresidenta Rosario Murillo, incluyendo la capacidad de emitir decretos ejecutivos.
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Control total sobre las Fuerzas Armadas, designando a Ortega como Jefe Supremo del Ejército y la Policía Nacional.
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Restricción de la participación política opositora mediante nuevos requisitos electorales.
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Ampliación del control sobre el sistema judicial, permitiendo nombramientos directos de jueces y magistrados.
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Establecimiento de penas más severas para "delitos contra la seguridad nacional".
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Limitación de la libertad de prensa y expresión bajo el pretexto de "proteger la paz social".
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Fortalecimiento del control estatal sobre organizaciones no gubernamentales.
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Modificación del sistema electoral para favorecer al partido gobernante.
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Centralización del poder económico mediante el control de recursos estatales.
Estas reformas han sido criticadas internacionalmente por socavar la democracia y los derechos humanos en Nicaragua, consolidando un régimen autoritario que concentra el poder en la pareja presidencial.
La comunidad internacional ha respondido con sanciones económicas y diplomáticas, mientras que la oposición nicaragüense continúa denunciando estas modificaciones como ilegítimas y antidemocráticas.