A diferencia del caótico 6 de enero de 2021, este año no se anticipan disturbios durante la certificación del Congreso de la victoria electoral de Donald Trump. El cambio significativo en la actitud refleja una mayor confianza en el proceso electoral entre los republicanos.

Hace cuatro años, Trump instó a sus seguidores a protestar en el Capitolio, resultando en un asalto violento al edificio. Esta vez, las únicas turbulencias han estado relacionadas con disputas internas republicanas sobre el liderazgo de la Cámara de Representantes.

Varios factores contribuyen a la calma actual:

• La vicepresidenta Kamala Harris ha reconocido su derrota
• El Congreso actualizó la ley que rige el procedimiento de certificación
• Los republicanos expresan confianza en la precisión del conteo de votos
• Trump ganó por márgenes más amplios que en 2020

Sin embargo, expertos advierten que la tranquilidad podría ser temporal. El verdadero desafío podría presentarse en futuros procesos de certificación, especialmente en 2029, cuando el actual vicepresidente electo JD Vance presidiría la sesión.

La Ley de Reforma del Recuento Electoral, firmada por Biden, ha clarificado el papel del vicepresidente y dificultado las objeciones al voto del Congreso. No obstante, muchos republicanos de la Cámara siguen oponiéndose a esta ley.

Los expertos esperan que este ciclo de desconfianza electoral termine, especialmente considerando que Trump no podrá presentarse a un tercer mandato y que los candidatos que cuestionaron las elecciones en 2022 perdieron en estados clave.

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