Las autoridades venezolanas anunciaron haber desmantelado un presunto complot para atacar bases militares días antes de la toma de posesión de Nicolás Maduro en enero.

Diosdado Cabello, ministro de Relaciones Interiores, reveló que un "grupo terrorista" planeaba infiltrarse en instalaciones militares en Guárico y Barinas, además de detonar un helicóptero en vuelo para provocar un alzamiento militar antes de la investidura del 10 de enero.

Entre los detenidos se encuentra un agente de inteligencia venezolana, acusado de proporcionar explosivos para el helicóptero. Cabello vinculó el plan con un alijo de armas y explosivos incautados en el este de Caracas, aunque no especificó el número total de detenidos y señaló que varios sospechosos huyeron del país.

La denuncia surge en un contexto de controversia por las elecciones de julio de 2024, donde la oposición, respaldada por observadores internacionales como el Centro Carter y las Naciones Unidas, presentó evidencias de fraude electoral. Según estas pruebas, el candidato opositor Edmundo González habría ganado a Maduro por un margen de 2 a 1, aunque las autoridades electorales aún no han mostrado las actas oficiales.

Sin presentar pruebas, el ministro Cabello también vinculó a la líder opositora María Corina Machado con el presunto complot. Este incidente se suma a anteriores denuncias de conspiraciones durante los casi 12 años de mandato de Maduro, incluyendo un intento de magnicidio en 2018 y un fallido alzamiento militar en 2019.

El tercer mandato de Maduro, iniciado en enero, es desconocido por la oposición y cuestionado por varios gobiernos de América y Europa, quienes respaldan las evidencias presentadas por la oposición sobre el triunfo de González.

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