Donald Trump intensificó sus amenazas contra el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusándolo de no buscar la paz con Rusia, aunque mantiene abierta la posibilidad de un acuerdo sobre minerales ucranianos.

Trump advirtió que "no debería ser tan difícil llegar a un acuerdo" y sugirió que quien se oponga "no estará ahí por mucho más tiempo", exigiendo mayor gratitud de Zelenski por la ayuda estadounidense.

Zelenski, por su parte, insiste en la necesidad de garantías de seguridad, recordando que su ausencia permitió la ocupación de Crimea y la guerra en el Donbás. El presidente ucraniano incluso mencionó estar dispuesto a dimitir a cambio de la paz y la incorporación de Ucrania a la OTAN.

El Kremlin aprovechó la situación para afirmar que "habría que forzar a Zelenski" a firmar un acuerdo de paz, alegando que actualmente "no quiere la paz".

En el terreno militar, el ISW reporta una desaceleración en el avance ruso durante febrero, conquistando 389 km² frente a los 431 km² de enero. Las tropas rusas mantienen su progreso cerca de Pokrovsk, un punto estratégico en la región de Donetsk.

Un ataque con misil balístico Iskander-M con bombas de racimo impactó un centro de entrenamiento ucraniano en la región de Dnipropetrovsk, causando numerosas víctimas. Según fuentes militares ucranianas, el ataque resultó en 30-40 fallecidos y hasta 90 heridos.

Mientras tanto, quince dirigentes europeos reafirmaron su compromiso de apoyo a Kiev y fortalecimiento militar frente a Rusia durante una reunión en Londres con el primer ministro británico, Keir Starmer.

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