El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado fortalecer las restricciones a las inversiones chinas en sectores estratégicos estadounidenses, especialmente en tecnología e infraestructura crítica.

La orden ejecutiva, firmada mediante un memorando, busca proteger los intereses de seguridad nacional estadounidense frente a lo que la Casa Blanca considera "amenazas planteadas por adversarios extranjeros" como China.

El documento acusa específicamente a China de utilizar el capital estadounidense para modernizar sus sistemas militares, de inteligencia y seguridad. Como respuesta, se ordenó al Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS) implementar mayores restricciones en sectores clave como:

• Tecnología
• Infraestructura crítica
• Atención médica
• Energía

En respuesta, el Ministerio de Comercio chino calificó la medida como "discriminatoria" y advirtió que "dañará gravemente la confianza de las empresas chinas" que buscan invertir en Estados Unidos. El ministerio instó a Washington a "respetar las leyes de la economía de mercado" y prometió tomar medidas necesarias para defender sus intereses.

Esta acción se suma a los recientes aranceles del 10% impuestos por Trump a las importaciones chinas, justificados por el supuesto papel de China en el tráfico de fentanilo. A pesar de las tensiones, Trump sugirió recientemente que un acuerdo comercial con China es "posible".

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