El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, mantuvo una reunión con Donald Trump en Mar-a-Lago, Florida, en un intento por abordar las recientes amenazas arancelarias del presidente electo estadounidense.

La reunión no anunciada incluyó una cena con varios funcionarios clave, incluyendo al futuro secretario de Comercio Howard Lutnick y al designado asesor de Seguridad Nacional Mike Waltz. Trudeau calificó el encuentro como una "excelente conversación".

El contexto de la reunión es crítico: Trump anunció recientemente su intención de imponer aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, y del 10% a productos chinos, citando preocupaciones sobre el tráfico de drogas y la migración ilegal.

Para Canadá, estas medidas representan un riesgo significativo, considerando que:

• El 75% de sus exportaciones (423,000 millones de dólares) van a Estados Unidos
• Aproximadamente 2 millones de empleos canadienses dependen del comercio bilateral

El gobierno canadiense está considerando aranceles de represalia si Trump implementa estas medidas al asumir la presidencia el 20 de enero. Trudeau ha tomado seriamente las amenazas, afirmando que "cuando Donald Trump hace declaraciones como esa, es que planea llevarlas a cabo".

Biden ha advertido que estas medidas podrían dañar severamente las relaciones de Estados Unidos con sus vecinos norteamericanos, calificando la prop

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