Un tribunal de Seúl ha aprobado extender la detención del presidente surcoreano Yoon Suk-yeol, mientras continúa la investigación sobre su controversial declaración de ley marcial en el país.

El Tribunal del Distrito Oeste de Seúl ordenó que Yoon permanezca en prisión preventiva, acusado de insurrección y abuso de poder. Los cargos se relacionan con la imposición del estado de excepción el 3 de diciembre y el presunto envío de tropas al Parlamento para impedir su destitución.

La decisión judicial, fundamentada en el riesgo de destrucción de pruebas, se anunció después de una vista que duró cinco horas, durante las cuales Yoon defendió su posición por 40 minutos.

Los investigadores pueden mantener detenido al mandatario hasta 20 días en el Centro de Detención de Seúl en Uiwang. La oficina anticorrupción planea transferir su custodia a la fiscalía después de 10 días para una investigación más profunda y presentar cargos formales.

Yoon fue arrestado el miércoles por la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO) tras atrincherarse en su residencia desde su destitución el 14 de diciembre. Es el primer presidente surcoreano detenido durante su mandato, aunque ya había sido despojado de sus funciones.

Paralelamente, el Tribunal Constitucional debe decidir antes de mediados de junio si mantiene la destitución de Yoon o lo restituye en sus funciones. La manifestación de apoyo al presidente reunió a más de 44,000 personas cerca del tribunal, según datos policiales.

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