Las remesas hacia San Cristóbal de las Casas, el principal municipio receptor de México, han experimentado una caída del 40% en febrero debido a la incertidumbre generada por el posible retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

Este municipio, que recibe cerca de 950 millones de dólares del total de 64.745 millones que ingresaron a México en 2024, se encuentra en Chiapas, estado donde las remesas representan casi el 16% del PIB local, el porcentaje más alto del país.

La desaceleración se evidencia en las cifras nacionales: en diciembre las remesas cayeron un 4,9% interanual, registrando 5.228 millones de dólares, la cifra más baja en nueve meses, rompiendo una racha de 46 meses de crecimiento consecutivo.

Las principales preocupaciones incluyen:

• Posibles deportaciones masivas
• Un eventual impuesto del 10% a las transferencias de dinero desde EE.UU.
• Pérdidas potenciales de hasta 13.000 millones de dólares anuales en remesas

El impacto es especialmente significativo para:

• Familias indígenas con deudas por tráfico de personas (aproximadamente 13.000 dólares más intereses del 20-25%)
• Mujeres indígenas que administran estos recursos para necesidades básicas
• Comerciantes y artesanos locales que dependen de este flujo de dinero

La situación es particularmente delicada considerando que los mexicanos constituyen cerca de la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, y las remesas representan casi el 4% del PIB nacional.

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