Aproximadamente 70 jornaleros mexicanos fueron deportados a Tijuana, marcando lo que podrían ser las primeras deportaciones masivas bajo la nueva administración de Donald Trump.

Los deportados llegaron en pequeños grupos durante un período de tres horas el martes por la noche, muchos aún vestidos con ropa de trabajo y portando bolsas naranjas con sus pertenencias. Según testimonios, varios fueron detenidos mientras trabajaban en Denver, Colorado, y Oregón.

La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó estos retornos, señalando que las cifras son menores a las habituales. En 2024, México recibió un promedio de 500 deportados diariamente a lo largo de la frontera, con puntos como Nogales procesando hasta 150 personas por día.

En respuesta, México está expandiendo su infraestructura fronteriza:

• Ciudad Juárez: Construcción de nuevos refugios
• Nogales: Habilitación de centros deportivos
• Matamoros: Ampliación de albergues existentes
• Piedras Negras: Planes para convertir naves industriales en refugios

El gobierno mexicano prepara nueve centros federales en municipios fronterizos, que estarán operativos en 3-4 días. Estos centros atenderán tanto a mexicanos deportados como a extranjeros afectados por la cancelación del sistema CBPOne.

Sheinbaum indicó que México proporcionará atención humanitaria a los extranjeros deportados y facilitará su retorno voluntario a sus países de origen. Las autoridades mexicanas y estadounidenses han iniciado conversaciones formales sobre estos temas migratorios y de seguridad, con una llamada entre el canciller Juan Ramón de la Fuente y el secretario de Estado Marco Rubio.

Related Articles

Previous Articles