Presos mexicanos preparan la tradicional rosca de Reyes bajo custodia policial
Un grupo de 15 reclusos del Reclusorio Varonil Sur de Ciudad de México elabora la tradicional rosca de Reyes bajo supervisión policial. Esta iniciativa forma parte del programa de reinserción social "Hazme valer", que permite a los internos aprender oficios y comercializar sus productos.
Panadero amasando en mesa de trabajo
Los internos inician su jornada a las 5:00 AM, preparando la masa con frutas confitadas y siguiendo la tradición de esconder pequeños muñecos en el interior. Estas roscas se venden posteriormente en la sede central de la Secretaría de Seguridad capitalina por aproximadamente siete dólares.
La rosca de Reyes, originaria de Francia y España del siglo XIV, llegó a México durante la conquista. Se convirtió en el dulce emblemático de la festividad del 6 de enero, cuando se celebra la llegada de los Reyes Magos.
Ricardo Rodríguez, de 37 años, es uno de los panaderos internos que lleva 9 años trabajando en el taller. Aprendió el oficio de su padre y planea continuar en la panadería una vez cumpla su sentencia. "Es buen negocio esto ahí afuera, es buen oficio. Muy bien pagado y muy bonito", afirma.
El programa no solo beneficia a los reclusos sino también a la comunidad. Ana María Martínez, una comerciante de 50 años, destaca: "Es una buena forma de que ellos aprendan un oficio, que cuando salgan sea más fácil reintegrarse a la sociedad".
Durante el resto del año, los internos producen otros tipos de pan como tortillas y bolillos, manteniendo activo el taller de panadería como parte de las actividades de reinserción social en esta instalación que alberga cerca de 4,000 reclusos.