La violencia extrema en Puerto Príncipe ha causado al menos 150 muertos y 92 heridos desde la semana pasada, provocando que más de 20,000 personas abandonen sus hogares. Ante esta situación, Voker Türk, jefe de derechos humanos de la ONU, ha solicitado medidas urgentes para fortalecer a la policía haitiana y respaldar la misión multinacional de seguridad.

La situación en la capital haitiana es crítica, con aproximadamente 4 millones de habitantes prácticamente rehenes de las bandas criminales que controlan las principales vías de acceso. Durante 2024, la violencia ha cobrado ya 4,544 vidas, con 2,060 heridos y cerca de 700,000 desplazados internos, siendo la mitad de ellos niños.

La crisis humanitaria se agrava por la escasez de alimentos, agua potable y la propagación de enfermedades infecciosas, mientras el sistema sanitario está al borde del colapso. La ONU ha suspendido temporalmente la entrega de ayuda humanitaria debido a la imposibilidad de acceder al puerto y aeropuerto de la capital.

El Gobierno de Haití ha solicitado al Consejo de Seguridad de la ONU transformar la actual Misión Multinacional de Seguridad en una fuerza de paz de "cascos azules", aunque esta propuesta enfrenta la oposición de Rusia y China.

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