De las cinco medallas doradas olímpicas que ostenta el cubano Mijaín López, la más especial fue la conquistada en los Juegos de Beijing 2008, marcando el inicio de una carrera legendaria.

Con una imponente figura de 290 libras y 6'4 de estatura, López se ha convertido en el mejor luchador de la historia y el más grande atleta cubano. A pesar de su intimidante presencia en el tapiz, fuera de él muestra una personalidad apacible.

Su historia olímpica comenzó con un quinto lugar en Atenas 2004, pero esto solo fue el preludio de una carrera extraordinaria. Siguiendo el consejo de su entrenador Pedro Val, quien le aseguró que una vez probara el oro olímpico, nunca dejaría de saborearlo, Mijaín se convirtió en una leyenda viviente.

En París 2024, con casi 42 años y tras tres años sin competir, López logró su quinta medalla de oro olímpica, superando a figuras legendarias como Michael Phelps, Carl Lewis y Katie Ledecky. Esta victoria se sumó a sus triunfos en Beijing 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2021.

Su legado incluye además cinco oros y tres platas en campeonatos mundiales, cinco medallas doradas en Juegos Panamericanos (comenzando en Santo Domingo 2003), y cinco más en Juegos Centroamericanos y del Caribe.

A diferencia de otros grandes deportistas que se retiraron tras experimentar derrotas, Mijaín se despidió en la cima, demostrando por qué es conocido como "El Terrible" o "El Niño". Su última victoria, un contundente 6-0 contra Yasmani Acosta en la categoría semipesada, confirmó su lugar en la historia del deporte olímpico.

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