Médicos Sin Fronteras (MSF) ha suspendido sus operaciones en Puerto Príncipe, Haití, debido a graves amenazas y actos de violencia por parte de la Policía haitiana y grupos armados.

La decisión se tomó tras múltiples incidentes de seguridad, incluyendo:

• Ejecución de dos pacientes por fuerzas de seguridad
• Amenazas directas de muerte al personal médico
• Detención y hostigamiento de ambulancias
• Agresiones verbales por policías vestidos de civil
• Amenazas de "ejecutar y quemar" al personal de MSF

Christophe Garnier, coordinador general de MSF en Haití, explicó que la organización está acostumbrada a trabajar en condiciones inseguras, pero cuando las propias fuerzas del orden se convierten en una amenaza directa, la suspensión de actividades es inevitable.

La situación humanitaria en Puerto Príncipe es crítica:

• Casi 20,000 personas desplazadas desde el 11 de noviembre
• La mitad de la población sufre grave inseguridad alimentaria
• Más de 700,000 desplazados internos
• MSF es uno de los pocos proveedores de servicios médicos que permanecían operativos

La ONU, a través de su coordinadora humanitaria Ulrika Richardson, ha confirmado que continúan las operaciones humanitarias en otras regiones del país, aunque las condiciones de seguridad son impredecibles. Canadá ha condenado los ataques y ha expresado su preocupación por el impacto de la violencia en la población haitiana.

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