La falacia de pedir disculpas por la colonización española en América
La solicitud de disculpas históricas por la colonización española de América es un debate sin fundamento lógico. Sería comparable a pedir que Italia se disculpe por las conquistas del Imperio Romano, lo cual evidencia lo absurdo de tal planteamiento.
En México, la mayoría de los ciudadanos no se identifican como herederos directos de los aztecas ni buscan venganza contra España por hechos ocurridos hace cinco siglos. La sociedad mexicana actual enfrenta desafíos más urgentes y relevantes, como la violencia, la desigualdad y el narcotráfico.
El reciente desaire diplomático de la presidenta electa Sheinbaum hacia el Rey Felipe VI, negándose a invitarlo a su toma de posesión, refleja más una maniobra política interna que un verdadero conflicto bilateral. Esta situación ha sido aprovechada por ciertos grupos políticos españoles para cuestionar la monarquía constitucional y alinearse con posturas populistas.
Es importante recordar que la España actual y el México contemporáneo son naciones modernas con una relación compleja y rica, que va mucho más allá de los acontecimientos históricos de la conquista. El enfoque debe estar en fortalecer los lazos presentes y futuros entre ambos países, en lugar de reabrir heridas del pasado con fines políticos.
La verdadera cooperación bilateral debe centrarse en abordar desafíos comunes y construir relaciones basadas en el respeto mutuo y el entendimiento, dejando atrás narrativas anacrónicas que no contribuyen al desarrollo de ambas naciones.