El gobierno estadounidense anunció nuevas sanciones contra el sector energético ruso, dirigidas principalmente a golpear su principal fuente de financiamiento en la guerra contra Ucrania.

Las medidas afectan específicamente a dos importantes empresas rusas: Gazprom y Sourgoutneftegaz, junto con aproximadamente 200 petroleros y transportadores de gas que forman parte de la "flota fantasma" de Moscú utilizada para evadir sanciones occidentales.

Las sanciones, implementadas en cooperación con el Reino Unido, son consideradas las más significativas contra el sector energético ruso hasta la fecha. Estas medidas afectan a empresas que producen más de un millón de barriles de petróleo diarios, equivalentes a unos 23,000 millones de dólares anuales.

El impacto fue inmediato en los mercados:

• El barril Brent aumentó 3.69% a 79.76 dólares
• El West Texas Intermediate subió 3.58% a 76.57 dólares

Las nuevas restricciones incluyen:

• Prohibición de servicios especializados estadounidenses para extracción y producción
• Sanciones a intermediarios y proveedores de servicios
• Restricciones a responsables políticos del sector

La medida entrará en vigor el 27 de enero y se suma al tope de precios para el petróleo ruso establecido en diciembre de 2022. Estados Unidos mantiene la posibilidad de sancionar a cualquier entidad que opere en el sector energético ruso.

El presidente Biden enfatizó la importancia de limitar el margen de maniobra de Putin, mientras que el presidente Zelenski elogió la decisión como un golpe significativo a la maquinaria de guerra rusa. Por su parte, Gazprom Neft calificó las sanciones como "injustificadas e ilegítimas".

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