Estados Unidos ha condenado enérgicamente la masacre de casi 200 personas, principalmente ancianos, ocurrida en Puerto Príncipe, Haití, durante el pasado fin de semana. Los hechos fueron perpetrados por la banda criminal liderada por Micanor Altes, conocido como Wa Mikano ("Rey Mikano").

La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, expresó su horror ante los acontecimientos y calificó los hechos como "un acto atroz y criminal". Hizo un llamado a la comunidad internacional para brindar apoyo inmediato al pueblo haitiano y a la misión multinacional de seguridad liderada por Kenia.

Los asesinatos ocurrieron entre el jueves y el sábado en el barrio de Cité Soleil, una zona densamente poblada de Puerto Príncipe. Según la organización de derechos humanos CDP-Haití, las víctimas, todas mayores de 60 años, fueron asesinadas con machetes y cuchillos.

El motivo detrás de esta masacre, según se informa, fue la creencia del líder de la banda en que los ancianos habían practicado brujería contra su hijo, quien falleció el domingo. Esta creencia fue alimentada por las declaraciones de un sacerdote vudú.

Esta tragedia resalta la crítica situación de seguridad que enfrenta Haití y la urgente necesidad de una intervención internacional efectiva para restaurar el orden y proteger a la población civil.

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