El tenso encuentro entre el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y el expresidente estadounidense Donald Trump en el Despacho Oval de la Casa Blanca ha generado una profunda división entre demócratas y republicanos en el Congreso estadounidense.

Durante la reunión, Trump criticó duramente a Zelenski por su supuesta falta de respeto y le advirtió sobre su débil posición negociadora. Los demócratas respondieron acusando a Trump de favorecer los intereses del presidente ruso Vladimir Putin, mientras los republicanos respaldaron firmemente la postura del expresidente.

Hakeem Jeffries, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, criticó la actuación de Trump como "vergonzosa". Chuck Schumer, líder demócrata en el Senado, reafirmó su compromiso inquebrantable con la libertad y democracia de Ucrania.

Por su parte, el presidente de la Cámara Baja, el republicano Mike Johnson, defendió a Trump argumentando que es el único capaz de lograr una paz duradera. Los republicanos alineados con la política "América Primero" respaldaron esta posición, incluyendo senadores de Florida, Kansas, Misuri, Ohio, Oklahoma y Virginia Occidental.

Antes del encuentro, Zelenski se reunió con congresistas de ambos partidos, agradeciendo el apoyo bipartidista recibido durante los tres años de guerra. La Casa Blanca, a través de su portavoz Karoline Leavitt, y otros funcionarios del gobierno como Marco Rubio, Pete Hegseth y Kristi Noem, expresaron su total respaldo a la postura de Trump.

Esta división refleja las tensiones existentes sobre la política exterior estadounidense y el apoyo militar a Ucrania, con los demócratas defendiendo la asistencia continua y los republicanos cuestionando los fondos destinados a Kiev.

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