La administración estadounidense ha anunciado una reducción drástica de más del 90% en los programas de ayuda internacional gestionados por USAID, afectando significativamente a países como Haití, Venezuela y Cuba.

Los recortes presupuestarios ascienden a 54,000 millones de dólares, siguiendo la agenda política "Estados Unidos Primero". La revisión, ordenada tras la firma de un decreto presidencial el 20 de enero, ha resultado en:

• Eliminación del 92% de las asignaciones (5,800 contratos)
• Reducción del 28% en subvenciones (4,100 programas por 4,400 millones)
• Evaluación de 9,100 subvenciones valoradas en 15,900 millones

Según el portavoz del Departamento de Estado, se mantendrán los siguientes programas críticos:

• Asistencia alimentaria
• Tratamientos médicos para VIH y malaria
• Programas de apoyo específicos para Haití, Cuba, Venezuela y Líbano

La reorganización busca mejorar la eficiencia y alinear los programas restantes con las prioridades gubernamentales actuales. Esta decisión representa uno de los recortes más significativos en la historia de la ayuda exterior estadounidense, aunque se preservan los programas considerados esenciales para la salud y seguridad internacional.

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