El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, estuvo cerca de perder la vida durante los bombardeos israelíes en el aeropuerto de Saná, Yemen, el pasado jueves.

Ghebreyesus, quien se encontraba en una misión humanitaria, relató a la BBC que aún experimenta zumbidos en sus oídos tras el ataque, que ocurrió mientras se preparaba para abordar un avión. "La sala de embarque contigua y la torre de control fueron alcanzadas. Si el misil se hubiera desviado ligeramente, podría habernos impactado", explicó.

El ataque formó parte de una operación israelí contra "objetivos militares" de los rebeldes hutíes, que dejó al menos seis víctimas mortales. Israel justificó la acción como respuesta a los "ataques repetidos" de los insurgentes, quienes han estado atacando objetivos israelíes en solidaridad con los palestinos.

La visita de Tedros a Yemen se realizaba en nombre del secretario general de la ONU, António Guterres, con el objetivo de gestionar la liberación de personal de la ONU detenido y evaluar la situación humanitaria en el país.

El director de la OMS enfatizó que, independientemente de su presencia, las instalaciones civiles deben ser protegidas según el derecho internacional. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que continuarán las operaciones contra lo que denomina "esta rama del terrorismo del eje del mal iraní".

Los hutíes, que controlan gran parte de Yemen, incluida la capital, cuentan con el respaldo de Irán y forman parte del denominado "eje de la resistencia", una red de organizaciones opuestas a Israel.

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