La falta de cámaras de vigilancia en la cárcel de La Vega genera problemas de seguridad y dificulta la investigación de incidentes graves. El centro penitenciario, con capacidad para 970 internos, carece de un sistema de vigilancia que garantice la seguridad de reclusos y personal.

Un caso destacado ocurrió el 8 de febrero cuando Gregorio Matos Carrasco fue encontrado ahorcado en su celda del Centro de Corrección y Rehabilitación del Pinito (CCR-16). Su cuerpo presentaba múltiples golpes, pero la ausencia de cámaras ha impedido identificar a los responsables. Después de 10 meses, el caso sigue sin resolverse, según Elizabeth Rodríguez, directora de la Comisión de Cárceles de la Defensa Pública.

La ubicación del centro penitenciario, en una zona alejada y rodeada de parcelas, facilita el ingreso de sustancias prohibidas mediante el método conocido como "paloma

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