Un brote creciente de sarampión en el oeste de Texas ha infectado a 48 personas, principalmente niños no vacunados o con estado de vacunación desconocido, según datos oficiales. Hasta el momento, 13 pacientes han requerido hospitalización.

Esta situación surge en un contexto donde las tasas de vacunación infantil en Estados Unidos continúan disminuyendo, una tendencia que se intensificó durante la pandemia de Covid-19. La cobertura de vacunación entre niños de jardín de infantes ha caído por debajo del 93%, no alcanzando el objetivo federal del 95% por cuarto año consecutivo.

La mayoría de los casos se concentran en el condado de Gaines, caracterizado por tener altas tasas de exenciones vacunales por motivos religiosos. En 2023, Estados Unidos reportó 285 casos de sarampión, mientras que en 2019 se registró el peor brote reciente con 1.274 casos.

El sarampión es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa que puede causar:

• Erupciones cutáneas características
• Neumonía
• Infecciones cerebrales
• Otras complicaciones graves

La situación se torna más preocupante con la confirmación de Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud, quien ha manifestado públicamente vincular las vacunas contra el sarampión, paperas y rubéola con el autismo. Expertos de la comunidad médica, como el investigador Amesh Adalja de la Universidad Johns Hopkins, expresan su preocupación por el impacto que esto podría tener en las políticas de inmunización del país.

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