El presidente estadounidense Joe Biden ha celebrado el derrocamiento del presidente sirio Bashar al Assad, calificándolo como un "acto de justicia fundamental" tras décadas de represión.

"Al fin ha caído el régimen de Al Assad, que ha brutalizado, torturado y asesinado a cientos de miles de sirios inocentes", declaró Biden tras reunirse con su equipo de seguridad nacional.

El mandatario estadounidense destacó que este momento representa una "oportunidad histórica" para que el pueblo sirio construya un futuro mejor, aunque advirtió sobre el periodo de "riesgo e incertidumbre" que se avecina.

Estados Unidos se ha comprometido a:

• Trabajar con sus socios internacionales para gestionar la transición
• Establecer contactos con grupos sirios para facilitar un proceso político inclusivo
• Apoyar la estabilización del país durante este período crítico

Biden atribuyó parte del éxito del derrocamiento a los esfuerzos estadounidenses para debilitar las alianzas internacionales del régimen, particularmente con Rusia e Irán. Varios países europeos también han expresado su apoyo al cambio político en Siria.

La caída del régimen de Assad marca el fin de una era de represión sistemática en Siria y abre la posibilidad de un nuevo capítulo en la historia del país, aunque los desafíos para establecer un gobierno estable y democrático siguen siendo significativos.

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