El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden aprobó una venta de armas a Israel por aproximadamente 8.000 millones de dólares, incluyendo municiones de defensa antiaérea, según anunció el Departamento de Estado.

La venta, que requiere aprobación del Congreso, se realiza días antes de la transición presidencial hacia Donald Trump, quien también ha manifestado ser un fuerte aliado de Israel en el conflicto de Gaza.

Biden mantuvo su posición a pesar de la oposición de organizaciones de derechos humanos y legisladores demócratas. La Casa Blanca argumentó que "Israel tiene derecho a defender a sus ciudadanos, de conformidad con el derecho internacional y el derecho internacional humanitario, y a disuadir la agresión de Irán y sus organizaciones aliadas".

El senador Bernie Sanders, representante del ala progresista demócrata, criticó duramente esta decisión durante un discurso en el Congreso en noviembre, señalando que "Estados Unidos es cómplice de estas atrocidades" y pidiendo el fin de las ventas de armamento a Israel.

Trump, por su parte, ha prometido mantener un apoyo inquebrantable a Israel, aunque a diferencia de otros mandatarios recientes, no se ha comprometido con la creación de un Estado palestino independiente. Sin embargo, ha expresado su deseo de alcanzar un alto el fuego en Gaza.

Los esfuerzos diplomáticos liderados por Catar, Egipto y Estados Unidos no han logrado establecer una tregua desde el cese el fuego temporal de finales de noviembre de 2023.

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